La sandalia menorquina es el calzado original de la isla de Menorca. Su origen no está del todo claro aunque algunos textos indican que era el calzado que usaban los guerreros oriundos de las Islas Baleares. Otros sitúan su origen en el mundo rural menorquín y en las necesidades de los agricultores de un calzado fuerte y duradero. Sea como fuere, de lo que ha quedado constancia es que las menorquinas, estaban confeccionadas con piel natural, normalmente de vaca, y cosidas a mano con un hilo grueso y tienen ya varios siglos de historia a sus espaldas.

No es hasta el siglo XX cuando se incorpora un nuevo material a las sandalias menorquinas, el caucho. La aparición del coche en la sociedad moderna introduce este material en forma de neumático y surge la necesidad de reciclarlo una vez finalizada su vida útil y emplearlo en el calzado es una de las posibilidades. Resulta curioso ver como dos mundos tan ampliamente diferenciados son capaces de establecer una conexión. Por un lado las menorquinas, un calzado clásico, que proviene de una isla pequeña, por el otro el caucho, fruto de la revolución industrial y de la evolución de la sociedad. De todo esto surge que el caucho se acopla perfectamente a este calzado y resulta el material perfecto para reforzar la suela de las menorquinas.

La década del descubrimiento, 1960. Durante esta época, las menorquinas, una calzado típico de trabajadores, comienza a hacerse cada vez más popular y demandado hasta convertirse en un clásico del verano. Debido a la gran demanda de este tipo de sandalias, el proceso de confección evoluciona, y aunque hasta ese momento aún se fabrican a mano, comienza a modernizarse. Aun así, a pesar de todos los cambios, las menorquinas conservan hoy día sus características estéticas más importantes, una tira de sujeción en el talón y un empeine cubierto.

Hoy día, las abarcas, como también se las conoce a las sandalias menorquinas, han entrado de pleno en el mundo de la moda, por supuesto conservan visualmente todo el sabor de antaño, pero se han llenado de color y materiales diferentes. Son fantásticas para disfrutar en casi cualquier ocasión. Pueden acompañarte en un día cualquiera de playa o piscina o para completar tu outfit para ocasiones más especiales. Y es que hoy días las posibilidades que ofrece este calzado son enormes. Las abarcas también destacan por ser un calzado fresco y muy cómodo y, aunque generalmente solo lo usamos en los meses de calor, también puede emplearse durante la época más fría, por ejemplo como calzado usar por casa.